ADORO HOLANDA

La primera vez que leí el texto "La Belleza de Holanda", que como tantas cosas descubrí hace 8 años con el nacimiento de nuestra chica con síndrome de down, lloraba tanto que no veía las letras. Ahora vuelvo a leerlo y lo hago sin ningún rastro de compasión hacia mis circunstancias.

Y además, con la continuación escrita por la misma mamá, 10 años después de la llegada de su hijo con un cromosoma de mas a su vida.

Cuando visite Holanda, ya había estado en varias ocasiones en Italia, nación que me apasiona y me parece simplemente perfecto. Pero fue la visita al país de los tulipanes lo que marco un antes y un después en mi existencia y en la de todos los que nos rodean. 

Hemos descubierto tanto en este destino inesperado, que solo podemos dar las gracias al GPS Vital por equivocarse de rumbo y guiarnos a un país que no teníamos en mente visitar, pero que ha supuesto un revulsivo maravilloso.



LA BELLEZA DE HOLANDA (Emily Pearl Kingsley, creadora de Barrio Sésamo y madre de un hijo con Síndrome de Down)

Cuando estás esperando un bebé, es como planificar un fabuloso viaje de vacaciones a Italia.Te compras un montón de guías de viaje y haces planes maravillosos: el Coliseo, el David de Miguel Ángel, las góndolas en Venecia. Incluso aprendes algunas frases útiles en italiano. Es todo muy emocionante.

Después de meses esperando con ilusión, llega por fin el día. Haces tus maletas y sales de viaje. Algunas horas mas tarde, el avión aterriza. La azafata viene y te dice: “Bienvenidos a Holanda”¿Holanda? dices . "¿Qué quiere Vd., decir con Holanda?. ¡Yo contrate un viaje a Italia!. ¡Tendría que estar en Italia!. ¡Toda mi vida he soñado con ir a Italia!".

Pero, ha habido un cambio en el plan del vuelo y el avión ha aterrizado en Holanda y allí debes quedarte. Lo importante es que no te han llevado a un lugar horrible, repugnante, sucio, lleno de pestilencia, hambre y enfermedad. No, es simplemente un lugar diferente.

Por lo tanto, tienes que salir y comprarte nuevas guías de viaje. Y debes aprender un idioma completamente nuevo. Y conocerás a gente totalmente nueva, que no hubieras conocido nunca. Es basicamente un lugar distinto. Es más tranquilo que Italia, menos excitante que Italia.

Pero después de pasar algún tiempo allí y haber recobrado tu aliento, miras a tu alrededor, y empiezas a darte cuenta de que Holanda tiene molinos de viento, Holanda tiene tulipanes. Holanda tiene incluso ¡Rembrandts!.

Al mismo tiempo, toda la gente que conoces a tu alrededor están muy ocupados yendo y viniendo de Italia y todos ellos presumen del tiempo maravilloso que disfrutaron allí. Y durante el resto de tu vida, te dirás a ti mismo: “Sí, allí es donde yo debería haber ido. Eso es lo que yo había planeado”.Y ese dolor nunca, nunca desaparecerá del todo, porque la pérdida de ese sueño es una pérdida muy significativa.

El cuento del Viaje a Holanda tiene uan segunda parte, que escribió la misma mamá 10 años después.

"Ya llevo más de una década en Holanda. Se ha convertido en mi hogar. He tenido tiempo para recobrar el aliento, para establecerme y acomodarme, y para aceptar algo diferente a lo que había planificado.

Mirando atrás, reflexiono sobre los años cuando recién arribé a Holanda. Recuerdo con claridad el golpe emocional, mi temor, mi ira - el dolor y la incertidumbre. Durante esos primeros años, traté de regresar a Italia, tal como lo había planeado, pero fue en Holanda que debí permanecer. Hoy en día, puedo decir lo mucho que he andado en este viaje inesperado. He aprendido tanto. Pero, este recorrido ha tomado su tiempo.

Trabajé duro. Compré nuevas guías de viaje. Aprendí un nuevo idioma y lentamente hallé mi camino en esta nueva tierra. Conocí a otras personas cuyos planes cambiaron, al igual que los míos, y que podían compartir mi experiencia. Nos apoyamos mutuamente y algunos se han convertido en amigos muy especiales. Algunos de estos compañeros de viaje llevaban más tiempo que yo en Holanda y resultaron ser guías veteranos, ayudándome a lo largo del camino. Muchos me han alentado. Muchos me han enseñado a abrir mis ojos a las maravillas que pueden contemplarse en esta nueva tierra. He descubierto una comunidad que se preocupa. Holanda no era tan mala. Creo que Holanda está acostumbrada a viajeros extraviados, como yo, y se ha tornado en una tierra hospitalaria, que extiende la mano para dar la bienvenida, ayudar y apoyar a recién llegados como yo.

A lo largo de los años, me he preguntado cómo hubiera sido mi vida si hubiera aterrizado en Italia, como lo planifiqué. ¿Hubiera sido más fácil? ¿Hubiera sido tan enriquecedora? ¿Hubiera aprendido yo algunas de las lecciones tan importantes que he llegado a asimilar? Cierto, este viaje ha sido más retador y a veces yo he pataleado y he exclamado en protesta y por frustración (y aún lo hago).

Y efectivamente, Holanda va a paso más lento que Italia y es menos llamativa que Italia. Pero también esto se ha convertido en una ventaja inesperada. De cierta forma, he aprendido a aminorar la marcha y a mirar más de cerca las cosas, ganando una nueva apreciación de las bellezas notables de Holanda, con sus tulipanes, molinos de viento y obras de Rembrandt.

He llegado a querer a Holanda y a llamarla mi Hogar.

Me he convertido en un viajero del mundo y he descubierto que no importa donde se aterrice. Lo que es más importante es lo que se logre hacer del viaje y que se vean y disfruten de las cosas especiales, las cosas hermosas, las cosas que Holanda, o cualquier paraje, tiene que ofrecer.

Cierto, hace más de una década que llegué a un lugar que no había planificado. Sin embargo, estoy agradecida, porque este destino ha sido más enriquecedor de lo que hubiese podido imaginar. "


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